Mineria y Desertificacion

La minería es la principal actividad económica del norte de Chile, ésta genera una serie de consecuencias medioambientales que contribuyen directa o indirectamente al fenómeno de la desertificación, ya sea cualquier nivel que se efectúe esta actividad.

Como en toda actividad industrial, la minería tiene grandes requerimientos de recursos naturales no renovables.

·        Factores directos

La actividad minera, ya sea la pequeña o gran minería,  es la que más recursos naturales ocupa, uno de los principales elementos utilizados es el agua, la cual es obtenida a partir de fuentes proximas a la faena, tales como, ríos, lagunas, salares, napas subterráneas, etc. Los cuales con dificultad pueden suplir la gran demanda producida por las mineras y además por estar en un ambiente árido y semiárido, las recargas por lluvias y/o nieves no siempre están presentes en cantidades suficientes para renovar estas fuentes, lo que a la larga se traduce en el agotamiento total del recurso hídrico, como por ejemplo lo que sucedió con el Río Copiapó, en la III Región de Atacama y lo que está ocurriendo en el Salar de Coposa y el Bofedal de Lagunilla, I Región de Tarapacá y en el Río Loa, II Región de Antofagasta.

·        Factores indirectos

Otro de los factores asociados a la actividad minera, es la contaminación del agua, aire y suelos debido a las distintas faenas que se realizan dentro de una mina. Los mismos minerales y elementos utilizados para su extracción en contacto con agua, provocan la formación de aguas ácidas, las cuales se pueden infiltrar en el suelo y llegar a contaminar todo un sistema hidrológico, así como también la infiltración de aguas contaminadas asociada a tranques de relave, tales como el caso del tranque Quillayes ubicado en la localidad de Caimanes en la IV Región de Coquimbo que vertió sus desechos a los Ríos Concumen y Choapa, o por la acumulación de material estéril (rico en arsénico y metales pesados) en una zona permeabley que tenga lluvias ocasionales, tal como se espera para los proyectos mineros al interior del Valle del Huasco, III Región de Atacama.

El material particulado (polvo generado por tronaduras, movimiento de vehículos, etc.) y la emanación de gases tóxicos (gases de refinerías y fundiciones) también tienen un efecto negativo sobre el medioambiente debido a que puede llegar a generar lluvias ácidas, tal como ocurrían antiguamente en la fundición Hernán Videla Lira en la localidad de Paipote, III Región de Atacama.

Cabe destacar que los procesos de contaminación tienen un carácter acumulativo y que su rol en la desertificación es más bien indirecto.

Antiguamente se utilizaba mucho la leña de especies nativas (tales como  Tamarugos, Pimientos, Chañares, Llaretas, etc.) como combustible para la generación de energía para mover maquinaria o simplemente para cocina y dar abrigo a campamentos, lo que produjo una tala indiscriminada de estas especies, tal como sucedió en Chuquicamata, II Región de Antofagasta, donde la gente usaba las Llaretas como combustible para cocinar o en Copiapó, III Región de Atacama donde se utilizó mucho el Pimiento y el Chañar con fines muy parecidos.

En el norte de Chile, muchas ciudades y pueblos subsisten a lo largo de valles y oasis, en donde la actividad económica secundaria es la agricultura, la cual se ve perjudicada por ejemplo, cuando las plantaciones son regadas por aguas de ph ligeramente acido y/o de mala calidad o cuando se producen las lluvias ácidas y también por el exceso de polvo en el ambiente. Y no sólo la agricultura es perjudicada, sino que el principal perjudicado es la flora y la fauna nativa de ese lugar, la cual morirá sin remedio por la falta de agua originada por las mineras, o por la contaminación que estas hacen del medioambiente.

Como consecuencia de esta muerte de la vegetación tenemos que el suelo queda desprotegido y debido a los agentes de erosión tales como el aire y el agua, se produce la degradación del suelo y la posterior desertificación de la zona.